viernes, 28 de agosto de 2009

Últimos días Quito

Los últimos días en Quito transcurrieron con calma, en espera de que los antibióticos hicieran efecto y que el guía tuviera disponiblilidad, Carlos y Gustavo se mantuvieron activos, la lectura, el cine y la montaña fueron las actividades preferidas de este par de viajeros, por los momentos detenidos en la capital ecuatoriana.



Las palomas eran la masa en la plaza San Francisco (debemos sentirnos tranquilos, ellas todavía no tienen caracter revolucionario).



La pandilla de las calles Quiteñas.



Una vez más nos acercamos al pueblo de Otavalo, para caminar los alrededores del Imbabura en la comunidad de Iluman.



Una señora trabaja recogiendo leña. Labrar la tierra, criar animales y cosechar parece ser trabajo del sexo femenino. Ser obreros, las haciendas y trabajar en la ciudad han de ser las opciones adoptadas por los hombres de esta comunidad.



El paisaje rural de Iluman quedaba tras nosotros mientras avanzabamos hacia las partes bajas del Imbabura.



Tomando un pequeño descanso recobramos energía y continuamos la caminata.



Otra señora nos acampaña en la ruta. Mientras nosotros cargamos agua, granola y cámaras, ella lleva la cosecha del día.



De nuevo en el Rucu, Carlos con un grupo de excursionistas que conoció en la ciudad. (De izq. a drch. Felipe, Jorge, Belén y Carlos)



Mirando el paisaje desde las colinas de la base del Rucu. (Este segundo trayecto se realizó desde la base de la montaña y no desde el teleférico).



Lo que aquellos observadores miraban, el Cotopaxi, montaña que tanto anhelan subir el par de botas venezolanas.



Un descanzo antes de ingresar al Camino de la Muerte (Por suerte nadie resultó herido luego de recorrer tan macabramente nombrado pasaje).



El Camino (sonido que afecta nuestro sistema nervioso de manera terrorífica, definido como Chan Chan Chaaan) de la Muerte.

En Quito, mientras Carlos atravesaba el Camino de la Muerte, Gustavo se dedicaba a caminar por la capital y conocer el Museo del Banco Central del Ecuador, allí la sección de arqueología fue la que devoró con mayor énfasis el visitante.



El museo cuenta con un buen montaje, sus explicativos bilíngües rectifican la conciencia al turista que existe en esta ciudad.









Entre las herramientas, vestimentas, formas de intercambio, vajillas y otros, las estatuillas son lo más fascinante a la mirada de este expectador que se transporta siglos atras a través de los ojos de estos extraños dioses, demonios y míticas figuras.



Angustía Oswaldo Gayamasín
(En la sección de arte ecuatoriana de el museo. Por desgracia estaba cerrada la exposición de arte contemporáneo).





Sala de cine en la Casa de la Cultura de Quito (en la cual se encuentran el Museo Banco Central de Ecuador, Museo de Arte Contemporáneo, Museo del Instrumento, Teatro, Cine, Emisora Radial, Biblioteca y algo más).



Aquí disfrutamos de varias funciones del Festival de Cine Brasilero en Quito (Va a estar también en Caracas, recomendado 100% ir).

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