viernes, 28 de agosto de 2009

Parque Podocarpus, Vilcabamba

La intención en la mañana de este día fue ir hacia las cascadas de Vilcabamba, se supone nos guiaríamos con un mapa que compramos por $ 0,50 en una tienda de artesanía (Todo por recomendación de la oficina de información turística), la ruta hacia las cascadas falló, pues el mapa no está nada bien señalizado y por estos lares preguntar es una lotería, nadie sabe pero todo el mundo te dice para donde ir. Terminamos yendo al Parque Nacional Podocarpus y la caminata fue bastante grata.




Mapa de las rutas.





Pequeños saludos en la vía.



Río Vilcabamba (Aquí fue cuando comprobamos que nuestra ruta estaba errada y decidimos ir hacia el otro rumbo, ya el mapa perdía sentido)



Sendero en el Parque Podocarpus.





Las vacas son las dueñas de las colinas del parque.



Nos sentamos a descansar en una toma de agua.





Entonces se asoma una vaca a ver que hacen los intrusos.



Y otra decide hacernos saber que el agua es de ellas.







Nos topamos con Alberto tanto de ida como de venida, al regreso quería venir con nosotros.



El maravilloso camuflaje de la naturaleza. (Madre e hijo)













Nuestra caminata terminó a las orillas del río, donde aprovechamos para comer algunas frutas, granola y un poco de chocolate (100% Venezolano, edición especial de Savoy, cuando se acaben será una pena).

Mirador Mandango, Vilcabamba

Entre los multiples atractivos de Vilcabamba están las caminatas. El primer día decidimos realizar la que lleva al mirador del pueblo.



Hay que caminar un poco hasta llegar a una casa donde te registras, pagas $ 2 y subes, pero gracias a una señora muy simpática y entrar una calle antes de lo debido, conseguimos un camino por el cual saltas la caseta de pago, así que la caminata nos salió gratis, por lo menos en lo que a $ respecta.



Sendero de subida.







El mirador posee dos puntos a alcanzar, dos cruces, en la foto pueden apreciar la primera.









Alcanzada la primera cruz, que a través de espejos reflejaba el cielo.









Sendero hacia la segunda cruz, la cual se ubica en el tope de la hermosa montaña que tenemos al frente.







Carlos aprovecha para tomar fotos desde la punta de la colina.









Siguiendo el sendero hacia la próxima cruz.



Un pequeño panal de abejas, tratamos de pasar desapercibidos por debajo.



Segunda Cruz y punto final del mirador de Vilcabamba, un paseo bastante agradable y hermosos paisajes.





Ruta de bajada, la cual no fue la original y terminamos improvisando entre senderos y maleza en la montaña. Un poco de diversión antes de llegar abajo creando nuestros propios senderos (nada recomendable para practicar en casa).

Loja y Vilcabamba





Llegamos a las 4 am a Loja, por lo que tomar una siesta en el terminal fue lo más apropiado. A las 7 am ya con luz de día decidimos salir a la ciudad en búsqueda de hospedaje, lo cual resultó en un catastrófico fracaso, la ciudad nos pareció poco interesante y los hospedajes impresionantemente costosos ($ 15 la noche c/u) por lo cual regresamos al terminal y tomamos un bus hacia Vilcabamba, un pueblo en las cercanías que nos recomendo Bryan (el sleeping bag negro que está al fondo en la foto) y ya nos lo habían mencionado en Cuenca.







Así que a las 9:15 am estabamos nuevamente montandonos en un bus, esta vez vía Vilcabamba.



Ya en Vilcabamba nos establecimos en el hostal Mandango que por $ 5 la noche c/u nos ofrecieron una habitación personal y baños compartidos (nada limpios la verdad).



Recepción del hostal.



Habitación Gustavo.



Habitación Carlos.



Por $ 5 tenemos piscina, nada mal eh. Aunque esta vacía.





Vista desde la plaza en Vilcabamba.

Vilcabamba es un pequeño pueblo de apenas unas pocas calles, que tiene grandes privilegios naturales alrededor como el Parque Nacional Podocarpus. El pueblo tiene la fama de conservar a las personas mas longevas de lo normal, es decir que los ancianos de aquí llegan a los 100 ó más años. (Por ahora un mito popular, pues no he visto gente tan anciana)