jueves, 13 de agosto de 2009

Cotopaxi, entre montañas, amigdalas y crampones

Como cualquiera puede imaginarse, un volcán de 5987 msnm (el segundo activo más alto del mundo) causa admiración, respeto y deseos de coronar su cumbre. Para subirlo se debe contar con equipos y un guía, los cuales se pueden contratar en la ciudad de Quito, variando los precios según las agencias (hay millones). Como es de esperarse, para este par mientras más económico mejor, y así llegamos a The Explorer Travel S.A. (Luego de preguntar en todas las agencias posibles, nos pareció la mejor opción), una agencia de turismo e importadora de equipos de montaña (entre otros). Aquí logramos conseguir el tour hacia la cumbre por $ 165 (los precios variaban entre los $ 250 - 150) el cual incluía, transporte, alojamiento en el refugio, comida y equipos (botas, crampones, arnés, cuerdas y piqueta), solo hay que pagar la entrada al parque nacional de Cotopaxi aparte ($ 10), una vez decididos concretamos el tour con José Nuñes (el Gerente General - Dueño) cabe acotar, ha sido una persona muy cordial y profesional en el trato para con nosotros.

A continuación describiremos los hechos según fueron sucediendo vía nuestra esperada salida de Quito y ascensión al Cotopaxi.

(las horas descritas a continuación son aproximaciones a las reales)

Día 1 (Esquina de la calle Joaquín Pinto con Reina Victoria, Quito, H: 9:00):

Estamos en la agencia a la hora citada, está cerrada y afuera en la puerta se encuentran dos hombres esperando a José y al guía, entre estos hombres se encuentra Tomás, un cubano que reside en Quito desde hace 2 meses.


José Nuñes. Gerente General The Explorer Travel S.A.

Día 1 (The Explorer Travel S.A., Quito, H: 9:17):

José ha llegado y nos comunicó que existe un problema con el guía, al parecer su hermano ha sufrido un accidente (se presume que fue atropellado según lo que escuchamos)...


De Izq uierda a derecha. José Nuñes y Tomás

Día 1 (The Explorer Travel S.A., Quito, H: 9:25):

Han encontrado un guía sustituto quien nos esperará a la entrada del parque, Tomás nos llevará hasta el parque, el no conoce la zona, pero bajo las instrucciones de José Nuñes nos dirigiremos hasta el parque.



Día 1 (Latacunga, H: 12:31):

Hemos preguntado par de veces ya, dejamos la entrada atrás y se está haciendo tarde. Sin embargo el camino ha resultado muy placentero debido a una interesante conversación sostenida con Tomás.

Día 1 (Vía la entrada del Cotopaxi, H: 13:24):

Por fin nos encontramos con el guía, resulta que no es experto en la cumbre si no en la parte baja del viaje. No contentos con tantos retrasos y velando por la seguridad del viaje, nos contactamos con José, discutimos la posibilidad de realizar el viaje el día siguiente, a lo cual la agencia nos dio una respuesta positiva.



Día 1 (Hostal Sucre, Quito, H: 22:05):

Las pesadas mochilas (llenas de provisiones para 7 días de trekking al rededor del Cotopaxi) las dejamos en la agencia, con un par de cosas en los bolsos pequeños, ya en un hostal, nos preparamos para dormir, mañana será un día largo y debemos descansar para la ascensión. Gustavo siente un cansancio que no corresponde a la poca actividad realizada durante el día.

Día 2 (SUPER SIEMPRE (auto mercado 24Hs cercano a la agencia, Quito, H: 08:30):

Luego de partir temprano de el hostal que se encuentra en el centro, llegamos a la zona de la agencia y desayunamos en un auto mercado cercano, por ser domingo (y de Bicentenario) casi todo está cerrado por las mañanas.
El cansancio de anoche se ha convertido en un leve malestar.





Día 2 (The Explorer Travel S.A., Quito, H: 09:10):

Todo está en orden, el guía ya ha llegado, se llama Carlos y escuchamos por parte de Tomás buenas recomendaciones sobre el (Tomás se ha convertido en una persona de fiar para nosotros). Con todo listo Montamos el equipaje en la camioneta, nos hicieron saber que mas adelante haríamos un cambio de carro.
Una dosis de acetaminofen (atamel) es ingerida para contrarrestar el malestar de Gustavo.






Día 2
(Parque Nacional Cotopaxi, H: 12:03):

El camino no ha sido tan interesante como con Tomás, pero ha sido rápido y para nada molesto, compartimos algo de música con Carlos (el Guía). Nos acomodamos en unas cabañas abajo en el parque (Hostería Paja Blanca) por recomendación de el guía, según nos hizo entender hay demasiados carros subiendo al refugio y la vía esta colapsada, saldremos un poco más temprano.
El malestar parece estar aliviándose.













Día 2 (Cabañas Paja Blanca, Parque Nacional Cotopaxi, H: 16:45):

Hicimos una caminata al rededor de la Laguna de Limpiapungo, y luego un pedazo de un sendero para bajar a las cabañas. La geografía del parque es impresionante, su belleza varía según la altura, y eso es apenas lo que hemos visto en un par de horas, seguro serán fascinantes los días que pasaremos atravesándolo. En la laguna nos topamos con una manada de caballos salvajes (el guía nos comento que veremos muchos durante nuestro trekking posterior a la ascensión al volcán. Luego de una práctica
con los equipos ( durante la práctica el guía ha mostrado un humor poco agradable para con los viajeros por que se le han quedado sus crampones). El malestar se incrementa luego de la caminata, otra dosis de acetaminofen, la temperatura corporal de Gustavo está en 37.6º, las amigdalas de Gustavo están infectadas, presentan puntos de pus, similar a la amigdalitis que supone acababa de superar.



Vista desde el interior de la cabaña.

Día 2 (Cabañas Paja Blanca, Parque Nacional Cotopaxi, H: 19:55):

Ya las mochilas están preparadas
, el equipo listo y hay que dormir. A las 23:00 debemos despertarnos para comenzar en carro hasta el parqueadero más cercano al refugio, y comenzar desde allí la ascensión. La temperatura corporal no disminuye, el termómetro marca 38º y el malestar está bastante fuerte, Gustavo comienza a considerar con gran frustración la posibilidad de no ascender a la cumbre como un hecho, 1g de Novalcina antes de dormir es la solución en la que depositó sus esperanzas. (según lo explicado por el guía una vez que entremos en el glaciar y se arme la cordada si alguien no puede seguir todos deben volver, situación a en cual Gustavo no quiere poner a su compañero)

Día 2 (Cabañas Paja Blanca, Parque Nacional Cotopaxi, H: 23:40):

Dormir fue bastante difícil, el grupo que se aloja en la parte baja de nuestra cabaña hizo mucho ruido al salir hace un par de horas, todos nos hemos levantado tarde, nos apuramos en recoger las cosas
. La fiebre continúa igual y el malestar sigue debilitando a Gustavo, luego de considerar mejor quedarse en la cabaña para no ser obstáculo en la subida de su compañero, es alentado por el guía a que se tome un mate de coca, desayune y suba con ellos, cualquier cosa antes de el glaciar podría regresar solo.

Día 3 (Refugio José Ribas, Volcán Cotopaxi, H: 01:40):

Subimos del parqueadero hasta el refugio, aquí tomamos un breve descanso y continuaremos
. Hasta ahora el paso de el guía nos ha parecido suave. El malestar se mantiene, pero las ganas de subir y la emoción, mantienen a Gustavo constante en su paso y dispuesto a llegar, un pequeño rayo de luz alumbra la posibilidad de subir a la cumbre con su compañero.

Día 3 (Volcán Cotopaxi, H: 02:50):

Ya hemos dejado el refugio atrás, comenzamos a ver el glaciar cerca, según el guía estamos aproximadamente a una media hora de el glaciar (desde allí comienza la cordada hacia la cumbre). Gustavo decide separarse de el grupo
. El malestar se incrementa, y las fuerzas para seguir subiendo se agotan. La mejor decisión en este momento es usar los últimos recursos para volver al parqueadero y quedarse en el carro, la frustración abruma por unos minutos a Gustavo, pero el respeto a la montaña y las esperanzas en el éxito de su compañero, ayudan a no sucumbir ante la decepción.

Día 3 (Volcán Cotopaxi, H: 03:58):

Gustavo:
La bajada se torno dificultosa, la neblina tapo algunos senderos y la linterna dejó de funcionar, pero luego de una hora de descenso, la camioneta se convierte en el refugio de este viajero fiebroso
.



Carlos:
El glaciar ha quedado atrás, la cordada hecha y el ascenso comenzaba. Pero el guía termina la ascensión alegando que ya es muy tarde y no dará tiempo para llegar a la cumbre.
El estado físico de Carlos está en perfectas condiciones, comienza a dudar del guía ya siempre se siguió su ritmo.(¿por qué no alcanzó el tiempo? Sin embargo mantiene la calma y comienza el descenso.

Día 3 (Parqueadero, H: 04:55):

El grupo se encuentra de nuevo en la camioneta, Carlos (Solé) encuentra a su compañero muy débil y le comenta que lo mejor será volver a Quito mañana, hasta que esté en condiciones de hacer el trekking, a lo que Gustavo acepta como la opción más razonable, no sin lamentar el retraso producido por su enfermedad
.


Día 3 (Paja Blanca, Parque Nacional Cotopaxi, H: 10:30):

Ya hemos recogido todo, la camioneta está cargada y los estómagos saciados (Un increíble desayuno en el restaurant de Paja Blanca). El arranque de la camioneta no funciona, por suerte es sincrónica, la empujamos y comenzamos el regreso hacia Quito, llenos de dudas e incorformes con respecto al guía y su trabajo en esta expedición
. Otra dosis de 1g de Novalcina antes de dormir no logró bajar la temperatura. La fiebre y el malestar se mantienen.


Día 3 (Hostal Sucre, Quito, H: 21:30):

El problema de la subida fue discutido en la agencia, la conclusión fue que tendríamos de nuevo el tour sin costo alguno, la agencia nos brindaría el transporte, alojamiento, comida y equipos y el guía no cobraría por su trabajo, nos quedamos un poco preocupados por la actitud de Carlos (el guía) al respecto y totalmente agradecidos con José y Tomás por comprender los problemas presentados con el guía y la organización durante el tour (Cabe destacar que la enfermedad de Gustavo nunca fue un punto a discutir como queja, ya me no dependía de la agencia, la falla a llegar a la cumbre de Carlos (Solé) fue nuestro argumento base)
. Aprovechando el seguro de viaje que tenían fueron remitidos a un centro de asistencia (Clínica Pichincha) donde le diagnosticaron Sinusitis como causante de la fiebre y la repetida amigdalitis de Gustavo (todas las medicinas fueron cubiertas por el seguro). Ahora solo nos queda esperar la mejoría para iniciar nuevamente nuestra ascensión al Cotopaxi.

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